¿Cómo hago?

Quiero aprender a no necesitarte,
pero detesto saber,
que lo único que hago es engañarme.
Quiero huir de tu recuerdo.
Diario, constante, penetrante.
Encontrar un antídoto para el veneno.
Delirante, desquiciante, mortal.
Ensordecer el estruendo de tu risa.
Hilarante, contagiosa, absurda.
Dejar de poner tu rostro a las musas.
Acallar las voces.
Olvidar sin prisa.
Sepultar mi corazón.
Fijar un rumbo.
Cerrar la herida.
Y poner fin a la obsesión.
Hacerme una coraza contra tus palabras.
Tus ideales, tus canciones…
Tus falacias.
Volver del exilio en las estrellas.
Dejar de buscarte en los ecos de voces ajenas.
Tratar de no seguir tus huellas.
Convertir a lo mediocre, en doncella.
He intercambiado pensamientos con el diablo.
Me he fumado las noches en pipa.
Los días, se me convierten en años…
¿Qué hago?
¿Venderte de una vez?
¿Acaso ahora va a resultar que tienes precio?
¿Dejarte escapar?
Si es que ya no lo has hecho...
¿Lanzar todo cuanto eres, al ancho mar…?
Te dije que desde aquí arriba, esto no se ve tan mal.
Solo que me guardé que sin ti… No sé respirar.
No sé recordarte como algo más.
Ni siquiera sé si sabré olvidarte.
Si quiero, si puedo…
O volveré a engañarme.
Después de vivir tu vida y la de diez mil sueños…
Cómo pretendes que quiera vivir solo la mía.
Cómo me resigno.
Cómo te espanto.
Cómo me quedo con lo mejor…
Cómo no imaginarte en otros brazos…
Cómo extingo el dolor.
Cómo te guardo.
Cómo seguir igual.
Cómo ser los de ayer.
Los de siempre...
Con qué razón acallo al llanto.
Cómo amar sin poseer.
Y cómo poseer, sin ser amado…
Cómo me invento que ya no te amo… Si lo hago.
Cómo lo logro… Mujer…
Cómo lo hago…



"Una vez le dije a una persona, que en las noches en las que te abandona el alma, yo hablaba con las Estrellas.
Ella quizás pensó que estaba loco.
Y Puede que esté en lo cierto…
Sin embargo, estos versos, son el resultado de haber hablado con Ellas…
Y no haber obtenido respuesta."

El Guardián.
Photo by J.Borodina

Presentación.

Se presenta el joven Guardián.
No soy nadie que conozcas, ni nadie a quien deberías parecerte.
No espero que te guste lo que escribo, ni lo que guardo, escondo, protego o sueño.
No espero que que me sigas ni que me recuerdes.
Ni siquiera creo que logres encontrar este rincón, mucho más allá de donde debiste indagar.
Lo que yo diga, piense o crea no te debe importar... Al fin y al cabo soy un triste rufián.
No creas todo lo que leas aquí, soy un demente a años luz de la libre claridad de mente.
Un idealista y un soñador. Un perdedor.
Alguien del que no puedes fiarte, te haré creer lo que yo creo.
Enrevesaré el verso y lo haré enigmático... No intentes entenderlo, sería como tratar de entender el por qué me sigues leyendo.
Yo solo guardo Estrellas, aquellas que se dejan guardar.
No creo en la casualidad, es una invención para explicar situaciones que nos desbordan.
No creo en el amor, ya no.
Hasta he llegado a dudar de la amistad.
Sin embargo no estoy exento de describirtelo todo, de mil y una formas.
No creas que yo lo siento, solo son situaciones que me trae el viento.
Yo te lo cuento, como te cuento que me alimento de las miradas,
que me bebo los cuencos enteros de carcajadas.
Y por supuesto no creo en el hombre y su barbarie.
Solo en la mujer...
Miento, también en el universo.
Vuelvo a mentir, sin duda alguna también en la poesía y en los versos... En realidad creo en todo aquello que pueda explicar a través de mis propias teorías.
Como la de que estoy loco, y sin embargo cuerdo.
Algún día tomando un té quizás te la muestro... Si me acuerdo.
El pasado lo pagué caro, y aunque no lo aborrezco, no me lo guardo. Te lo regalo.
Del presente no espero nada, no quiero nada, nada se salva.
El futuro no me lo han presentado, así que mejor me reservo la opinión.
Creo que no tengo más que decir, salvo que apenas hablo como ya te habrá constado.
¡Ah! sí... Una última cosa.
No te esfuerces en aparentar,
para mí solo vales...
Si sabes Volar.